Presupuestos para principiantes: Cómo crear un presupuesto

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May 12, 2023 last_updated min_read

La elaboración de un presupuesto puede parecer intimidatoria, pero unos pocos pasos inteligentes pueden ser la clave para desbloquear la seguridad financiera y alcanzar tus objetivos económicos. Conseguir el éxito en la elaboración de un presupuesto es tan complicado como tú lo hagas, así que no te estreses.

Si sigues esta sencilla guía, podrás empezar a hacer presupuestos en un abrir y cerrar de ojos. Y una pequeña alerta antes de continuar: crear un presupuesto es sorprendentemente fácil. Lo difícil es comprometerse.

Paso 1: Compruebe sus ingresos

El primer paso para crear un presupuesto es calcular tus ingresos mensuales. Es decir, cuánto dinero entra en tu hogar cada mes. La fuente principal para ti es el sueldo que cobras por tu trabajo. Puede que le paguen una vez al mes, quincenalmente o por otro método; por lo tanto, haga el cálculo en consecuencia.

Si tienes otras fuentes de ingresos además del salario que cobras, tenlas en cuenta. Podría tratarse de inversiones dinero extra de sus actividades secundarias prestaciones estatales, etc. Sean cuales sean sus ingresos mensuales, debe sumarlos a su salario para obtener un total correcto.

En caso de que su salario o los ingresos que obtiene de otras fuentes fluctúen, no hay que darle demasiadas vueltas. Sólo tienes que determinar tu pago medio durante unos meses (seis meses es el número mágico en este caso) y sumarlo al total de ingresos.

Recuerda que, en esencia, presupuestar es encontrar la relación entre lo que ganas y lo que gastas. Si no calcula cuidadosamente sus ingresos, su planificación presupuestaria podría resultar infructuosa.

Paso 2: Calcular los gastos

La otra parte crucial de la creación de un presupuesto es calcular los gastos mensuales. Los gastos son lo contrario de los ingresos: cuánto dinero sale de tu hogar. Los gastos incluyen cada cosa en la que gastas dinero. Ya sea alquiler, suscripciones a servicios de entretenimiento como Netflix una taza de café diaria, etc.

gráfico de barras multicolor con un gráfico lineal en la parte superior

Calcular los gastos es muy similar a calcular tus ingresos, lo mismo que hiciste en el primer paso. Consulta los extractos bancarios de los últimos meses para hacerte una idea de en qué sueles gastar el dinero.

Una vez hecho esto, clasifique sus gastos en diferentes categorías. Por ejemplo, el dinero gastado en cafeterías, en almorzar en un restaurante y en ese irresistible cucurucho de helado que sigue comprando de camino a casa desde el trabajo podría entrar en la categoría "Comer fuera". El número de categorías que crees depende exclusivamente de ti, y tienes que averiguar qué es lo que más te conviene.

Tener demasiadas categorías puede resultar confuso, mientras que no tener suficientes le impedirá comprender mejor hacia dónde se drena el dinero. Cuando encuentre el punto óptimo, podrá ver qué gastos puede reducir o recortar por completo. Quizá esa taza de café diaria no merezca la pena, aunque sólo sean unos pocos dólares. Con el tiempo, estos pequeños gastos se acumulan y pueden hacer mella en su presupuesto de forma totalmente innecesaria.

Ahora, una vez que tengas calculados tus ingresos y gastos, resta los gastos de tus ingresos para comprobar el estado general de tu presupuesto actual. Si el número que obtienes es superior a cero, es una buena señal. Significa que vas por buen camino. Sin embargo, si la cifra es inferior a cero, debería plantearse tomarse en serio la elaboración de un presupuesto.

Paso 3: Controle sus gastos

No basta con tener una idea general del destino del dinero. Comprender las categorías de sus gastos es un enfoque un tanto teórico. Debes convertirlo en algo práctico haciendo un seguimiento minucioso de tus gastos.

Controlar tus gastos significa tener en cuenta cada compra y cada dólar gastado y marcarlo en consecuencia. Cada vez que gastes algo de dinero, anota cuánto has pagado, en qué ha consistido y en qué categoría se encuadra ese gasto. De este modo, se asegurará de que se mantiene en el buen camino para alcanzar sus objetivos financieros. finanzas personales personal para el que está creando este presupuesto en primer lugar.

Hay muchas formas de controlar tus gastos, pero la más sencilla es utilizar aplicaciones presupuestarias . Están disponibles en la mayoría de los sistemas operativos y a menudo son de uso gratuito. Puedes vincular a ellos tus cuentas financieras (tarjetas de crédito, cuentas bancarias, etc.) y registrarán automáticamente tus compras, lo que facilitará su clasificación. Seguro que suena mejor que rellenar manualmente una hoja de cálculo Excel.

Paso 4: Decidir un plan presupuestario

Al igual que ocurre con la creación de categorías para los gastos, decidir un plan presupuestario es algo que tendrá que hacer usted mismo. Aunque ya existen muchos planes probados, son muy diferentes entre sí. Estos son algunos de los más conocidos; piense cuál se adapta mejor a su estilo de vida y ¡adelante!

Sistema de sobres

El sistema de sobres no tiene nada que ver con el correo o las oficinas de correos, ¡pero incluye sobres! En este sistema, coges un sobre para cada categoría de gasto que habías creado antes y lo llenas con el dinero asignado a esa categoría concreta.

mano con dinero en efectivo delante de un círculo azul con signos de exclamación y advertencia

Una vez gastado todo el dinero del sobre, no podrá gastar más en esa categoría concreta. Por ejemplo, si llenas el sobre "Salir" con 100 $ y te lo gastas todo rápidamente, ya no podrás salir de fiesta.

Aunque pueda parecer duro sobre el papel, este plan presupuestario tiene sus ventajas. Con él, tendrá la garantía de gastar sólo lo que había asignado a esa categoría de gastos concreta. También puede empujarle a consumir menos de lo previsto, y esos sobres pueden estar llenos de ahorros a final de mes.

Sistema porcentual

El sistema de porcentajes, también conocido como presupuesto 50/30/20, es relativamente sencillo pero eficaz. Si llenar sobres no le parece una buena idea, este sistema puede ser perfecto para usted. En este sistema, usted reparte sus ingresos en tres partes porcentuales diferentes: 50%, 30% y 20%.

En este sistema, el 50% de sus ingresos debe destinarse a gastos necesarios e inevitables. Esto incluye facturas, comida, alquiler, pagos de deudas, etc. Todo aquello en lo que DEBE gastar su dinero.

El 30% de tus ingresos debería destinarse a cosas divertidas, como salir, ver películas, etc. películas al cine, etc. En otras palabras, los "deseos" en lugar de las "necesidades".

Por último, el 20% de tus ingresos debe destinarse al ahorro. Esta parte de tus ingresos va a parar a un lugar donde no puedes tocarla. Puede utilizarlo para constituir un fondo de emergencia o para futuras inversiones que hagan crecer tus ahorros.

Presupuesto cero

La presupuestación de base cero es un plan presupuestario más avanzado que requiere una atención meticulosa a los detalles y no tolera ningún error. Adoptar este sistema significa que cada dólar de tus ingresos se utiliza íntegramente para algo, dejándote a cero cada mes.

Esencialmente, es similar al sistema de sobres, pero no sólo orientado al efectivo. Si adopta este plan presupuestario con éxito, estará seguro de saber cómo gasta cada céntimo de su cartera y podrá hacer ajustes rápidamente y sin repercusiones negativas.

Como ya se ha señalado, este sistema requiere mucha atención, ya que incluso pequeños errores de cálculo podrían dar lugar a un presupuesto negativo y alargar el camino hacia tus objetivos financieros.

Paso 5: Cíñete al plan

Aunque elaborar un presupuesto le ayuda a controlar sus finanzas, no es ningún secreto que atenerse a él puede resultar restrictivo. Al fin y al cabo, en lugar de gastarte el dinero como te dé la gana sin pensártelo mucho, ahora tienes que llevar la cuenta para no pasarte de lo que habías asignado.

Esto también requiere mucho compromiso, ya que sin él no tiene sentido tener un presupuesto. Estas desventajas pueden hacer que pierdas el interés por ceñirte al presupuesto y vuelvas a caer en gastos potencialmente imprudentes.

Si te viene a la cabeza alguna de estas ideas negativas, piensa en los objetivos que te habías marcado y en por qué creaste un presupuesto en primer lugar. La sensación de estar ligeramente restringido es un pequeño precio a pagar por el control de sus finanzas y la reducción general del estrés financiero.

Estar constantemente preocupado por las deudas crecientes y la falta de fondos de emergencia es mucho peor que pensar un poco antes de hacer una compra. Al fin y al cabo, sin un presupuesto, esas preocupaciones nunca desaparecerán y tus objetivos financieros seguirán estando fuera de tu alcance. Si el cumplimiento de tu plan empieza a parecer un sinsentido, ten esto en cuenta. Todo esto es por tu bien y por un futuro mejor y sin estrés.

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